#ElPerúQueQueremos

¿Cambiar el himno? sí... pero no por tonterías

opinión

Publicado: 2014-07-10


Aguanta. Resulta que ahora no vamos al mundial porque la selección no canta el 'glorioso' himno nacional sin tener aquello que hay que tener. O sea, que llevamos 32 años sin aspirar al máximo trofeo futbolístico, porque el himno en cuestión se entona con las mismas ganas del 'Buenas noches vecindad' de El Chavo. Más de tres décadas haciéndole bullying a Burga, técnicos y jugadores cuando la culpa la tuvieron De La Torre Ugarte, Alcedo y de pasadita Rosa Merino. Mira tú, tres décadas perdiendo el tiempo.

No pues, al mundial no vamos por malos. Así de simple. Por malos, por irresponsables y vende-humo. Echarle la culpa a una canción es un consuelo absurdo que solo cabe en la cabeza de aquel que tiene que justificar de alguna manera la corresponsalía en un mundial en el que Perú destaca solo en la reventa. No más.

Pero lo que más fastidio me da de todo este asunto, es que la 'brillante' idea de cambiar el himno para que se nos meta el indio y se nos crucen los catorce incas antes de salir a patear una pelotita, desvirtúa un asunto de fondo que lleva décadas pasando piola: que SÍ debería cambiarse.

Yo no entiendo de dónde me han sacado eso de que el Himno Nacional es bonito. Que se nos debe hinchar el pecho al cantarlo, dicen. Perdón, eh, pero a mí no me produce nada entonar una canción cuya letra refleja más un sentimiento de despecho que la alegría de ser quienes somos. A mí no me da ningún orgullo ponerme la mano en el corazón para gritar 'somos libres', cuando la realidad es otra. ¿Son los homosexuales libres de elegir a quien unirse y que el Estado les reconozca dicha unión? ¿Son libres los habitantes de determinadas zonas a los que ponen su salud y bienestar por detrás de los intereses de alguna minera transnacional? Pamplinas. En este país no hay libertad plena en muchos aspectos, ¿y tenemos que estar haciendo el tonto con una melodía que más recuerda lo resentidos que nos quedamos tras el paso de los invasores?

Y agárrense, que la cereza del pastel es la estrofa que desde 2009 pasó a ser la primera en entonarse luego de la deprimente "largo tiempo el peruano oprimido...". Unos versos parte de un himno escrito en épocas en que el Perú era un estado confesional, pero que no deberían tener cabida en la laicidad que constitucionalmente debería preponderar en la actualidad. ¿"Renovemos el gran juramento que rendimos al dios de Jacob..."? ¿Perdón? ¿Dónde quedan los peruanos que no creen en el jefe del tal Jacob? ¿Dónde está la tan manoseada inclusión en el Himno Nacional?

En resumen, que hay mejores razones para pedir un cambio de cancioncita oficial que la de alucinar a la selección como el reparto de 300. Porque si de proponer se trata, hay letras ya escritas que podrían perfectamente enorgullecernos y emocionarnos antes de eso de andarle exigiendo al sol que nos niegue sus luces. Yo propongo Bello Durmiente de Chabuca Granda. Simple, bonita y a capella.

Pero, claro, no faltara el que escriba una columna quejándose de que eso de decirle bello al país y que lo amamos, suena muy delicadito. Y no pues, con esas 'mariconadas' no iremos al mundial. 

Ya. Que sigan escribiendo pidiendo que se oficialice el "Policía, policía, ay qué pena que me das..." Total, algo tendremos que cantar en las eliminatorias de los próximos treinta años, ¿no?


Escrito por

Ginno P. Melgar

Esperando un mundo regido por la igualdad con base en las diferencias. @ginnoceronte


Publicado en

El padre de Bambi

donde la historia trata por igual a todos los personajes del cuento