#ElPerúQueQueremos

Cuando el miedo hace que no basten las buenas intenciones

¿Por qué una campaña que busca desterrar estereotipos solo visibiliza el temor de muchos homosexuales a adoptar nuestra propia lucha?

Publicado: 2013-11-19
Opinión

Quise darle a la campaña 'Las parejas imaginarias' el beneficio de la duda culpándome por no entenderla. Me demoré un poquito e hice un pequeño experimento. Les enseñé, por separado, a un número considerable de personas las fotografías que empiezan a aparecer en vallas publicitarias limeñas y la reacción fue siempre la misma: echarse a reír. 

Al ver que mi cara dibujaba un gesto que decía claramente '¿me puedes decir dónde está lo gracioso?', mis 'encuestados' regresaron los ojos a las imágenes y se percataron de lo realmente inentendible de esta -bienintencionada, no lo dudo- campaña. ¿Por qué resaltar que 'amigos heterosexuales' fingen ser una 'pareja imaginaria'?

O sea, a ver si nos entendemos, la lectura que tanto yo como los amigos -los míos- heterosexuales que las vieron, es que con dicha 'aclaración' se da a entender que los personajes en cuestión, en su condición de seres 'normales' a vista de la sociedad, nos están haciendo el 'favorcito' de mostrarse como algo que no son. El 'sano' mostrándose como el 'enfermo' para intentar hacer entender que enamorarse de alguien de su mismo sexo no es algo condenable.

Insisto, no dudo que la intención sea buena, pero en el afán por emular la campaña exitosa que inició en su momento el francés Olivier Ciappa se ha caído en la caricaturización de la misma, olvidándose, quizá, que en publicidad -porque pese a todo no deja de ser una campaña publicitaria-, menos es más.

Y como para que no se diga que solo este humilde mortal y sus amiguitos cayeron en cuenta de lo innecesario de dichas palabras, el mismo Ciappa marcó distancia de la versión peruana.


"Yo de ninguna forma respaldo el hecho de que la sexualidad de las personas fotografiadas haya sido escrita. No me preguntaron", señaló a través de Facebook tras un comentario de los administradores del blog de la Red LIMA GAY.


No sé ustedes, pero para mí las cosas van más allá. Y sin ganas de menospreciar el apoyo de personajes públicos me pregunto si detrás de la 'aclaración' no habrá un pedido de los mismos participantes a que no se les identifique como homosexuales, 'porque una cosa es que te apoye en tu causa y otra que me metan en tu misma manchita'. ¿Será? ¿Acaso no tenemos personajes homosexuales que sirvan como ejemplo? ¿Por qué recurrir a aquellos que pueden solidarizarse en teoría pero que no viven en carne propia esta lucha?


Joyce, ATV y la cojudez

La respuesta a mis preguntas anteriores podría esbozarse en lo generado hace unos días tras la ridícula metida de pata de ATV en su noticiero dominical, donde se presentaron informes que, a estas alturas, ni en primer ciclo de periodismo merecerían un 11.

Ojo, me voy contra el canal y no contra la presentadora que responde al nombre de Joyce Guerovich, -que hasta el domingo aquel en que se puso de acuerdo con su boca para soltar estupideces no era conocida más que por los “machomen” que defiende y adoran sus minifaldas- porque la responsabilidad de los contenidos mamarrachientos que se lanza a un país entero debe recaer en el medio de comunicación, cuando estos no hacen más que aplaudir la mentalidad de una sociedad sentenciada a vivir bajo la cultura del estereotipo.

Por centrarse en el reclamo (más que justo) en el tema del acoso callejero a las mujeres, pasó casi desapercibido un informe igual o más vergonzoso en el que un ‘cómico’ salía a recoger las impresiones de la gente sobre el ‘día internacional del hombre’. Micrófono en mano abordaba al primero que se le cruzaba y disparaba: “hermanito, ¿tú eres hombre o eres gay?”, “aquí hay un viejo marica”, entre otras frasecitas ingeniosas dignas solo de un ignorante.

Pero si al señor que pusieron a dársela de chistoso le podemos perdonar la estupidez porque al fin y al cabo en base a ella se hizo famoso, la reportera Edith Tévez, que mínimo algo debe haber estudiado, no debió soltar en la misma nota que los hombres están “cansados de que su imagen se vaya degenerando poco a poco con esos calificativos que no les favorecen en nada”.

¿Perdón? A ver señores Guerovich, Tévez y ‘Cachay’. ¿Un gay no es hombre? ¿El ser gay ‘degenera’ mi imagen de hombre? ¿Aquel heterosexual al que un remedo de payaso llama ‘gay’ escudado en un micrófono debe recurrir a la risa nerviosa para opacar la vergüenza del calificativo?

Y aquí es donde entiendo el porqué se vieron obligados a poner ‘amigos heterosexuales’ en las vallas que empiezan a invadir la ciudad. ¿Por qué los homosexuales no salimos a criticar y reclamar el abuso de estereotipos en un informe televisivo al igual que cientos de mujeres lo hicieron con aquel que sintieron ofensivo? ¿Por qué no alzamos la voz al igual que ellas cuando somos el centro de ‘chistes’ absurdos? ¿Por qué se sigue permitiendo que el homosexual sea el ‘chivo’, el ‘cabro’, el ‘pato’ y la lesbiana la ‘machona’, la ‘marimacha’? ¿Por qué no decimos nada y permitimos que una campaña que supuestamente debería ayudarnos no se atreva a cortar la brecha con un ‘amigos heterosexuales’ y, peor aún, ‘imaginando’ parejas?.

Tenemos ante nosotros la posibilidad de recuperar nuestros derechos, pero las luchas no se ganan desde un armario quedándonos callados. No se trata de gritar lo que se es sino de ser transparente y defenderlo sin necesidad de esperanzarnos a que sean ‘amigos heterosexuales’ –insisto, con buenas intenciones- los que simulen nuestra realidad en las paredes de la ciudad. Y menos aún, se trata de ver que en algunos casos es al revés y se finge ser un ‘heterosexual solidario’ para aportar tu granito de arena desde un clóset. Así no se ayuda.

Es hora de decidir: se lucha desde fuera, o te quedas dentro del mismo clóset… y te apolillas.


Escrito por

Ginno P. Melgar

Esperando un mundo regido por la igualdad con base en las diferencias. @ginnoceronte


Publicado en

El padre de Bambi

donde la historia trata por igual a todos los personajes del cuento